martes, 27 de septiembre de 2011

KANT Y LA ESTÉTICA

"LA COMPLACENCIA QUE DETERMINA LOS JUICIOS DEL GUSTO ES AJENA A TODO INTERÉS, LLAMAMOS INTERÉS A LA COMPLACENCIA QUE LLEVA APAREJADA PARA NOSOTROS LA REPRESENTACIÓN DE LA EXISTENCIA DE UN OBJETO"
Kant con esto quería expresar el hecho de que lo bello no tenía un fin en el sentido teleológico, es decir, no estaba hecho para producir un fin. Por eso, se hace distinción entre lo bello y lo bueno. Es tal la falta de una misión o de un sentido en los objetos considerados como bellos, que ni siquiera se les puede exigir que tengan un fin diferente al fin formal. Para Kant, por lo tanto, al eliminar la necesidad de racionalizar alrededor del objeto, manifestaba también la carencia de una intención, es decir, la aproximación al objeto debía ser totalmente desinteresada. (Fundación Wikimedia Inc, 2011). Para Kant existe la belleza libre y la condicionada o adherente. La primera se refiere a aquella que no tiene un fin práctico, como lo sería una flor, es gusto puro. Pero la segunda conlleva la definición bajo un concepto, bajo un fin de lo que la cosa debe ser, como lo sería una edificación. Es bello lo que complace universalmente sin concepto, remata Kant.

RELACIÓN ENTRE EL GUSTO Y EL CONOCIMIENTO

El ser humano es sensibilidad y racionalidad, de manera que sus quehaceres apuntan en alguno de estos dos sentidos, es decir, la producción artística y la reflexión acerca del arte, que es lo que llamamos estética. El hombre como ser integral, no puede desprenderse de todas sus esferas, cuando el hombre se expresa, está exteriorizando no solamente su sicología, su emocionalismo, sino también su pensamiento, su comprensión de la naturaleza y de sí mismo, es decir su cultura.
El hombre carga con toda su plenitud cuando trata de relacionarse con la realidad objetiva y con los otros, su gusto estético por lo tanto depende de su mundo interior en el que la racionalidad es el componente más importante. De la misma manera, los objetos, lo externo, el arte impacta en la vida del hombre, transformándolo. Desde este punto de vista, existe una interacción constructiva entre el medio, lo producido afuera, con lo que se produce y se interioriza en la psiquis humana. El conocimiento, intensifica el gusto y este a su vez genera vivencias que motivan la racionalidad, la comprensión del mundo, inspiran el pensamiento. Para autores contemporáneos como Friedrich Kainz (Kainz, 1952), la aproximación al objeto estético debe ser desinteresada, es decir desprovista de cualquier elaboración teórica o intenciones utilitarias. El comportamiento estético consiste en entregarse al objeto en pura contemplación, desde esta perspectiva, el gusto se opone al conocimiento, pues se trata de una aproximación primaria, sensible y emocional.

¿QUÉ ES LO ESTÉTICO?

La estética es una especialización de la filosofía que argumenta alrededor de los sentimientos y emociones que surgen en la interacción con un objeto estético. Este a su vez, se refiere a aquello que está afuera y que es el destinatario de nuestros juicios. Una de las preguntas que se hace la estética es sobre la esencia de lo bello, es decir, responder a la pregunta ¿Qué es lo que hace bellas las cosas? Si bien puede parecer que este concepto no constituye un universal, y que lo estético reside en la subjetividad de cada quién, hay acuerdo entre los biólogos evolutivos y antropólogos (Dutton, 2010), en que realmente el ser humano, sin importar su cultura, su raza, sus vivencias particulares, es proclive a sentir placer ante ciertas escenas y situaciones comunes debido a que está impreso en nuestra sicología humana evolucionada.
La belleza es la manera en que la naturaleza actua a distancia para lograr una adaptación correcta de las especies. En los humanos, la belleza de lo natural no es el único universal, también lo es, sin importar la cultura, las obras hechas artificialmente. Esto puede ser demostrado en hallazgos arqueológicos muy antiguos, pues parece ser que el ser humano encuentra belleza en las cosas que son bien hechas. Podríamos afirmar, en contraposición, que no se considera estético aquello que no nos produce placer, que disgusta a nuestra alma y no produce emociones sicológicas positivas. Lo no estético pasa desapercibido, nuestros juicios no se dirigen de manera natural hacia ese tipo de objetos. Para poder conocerlos o percibirlos se debe har un esfuerzo de exploración intelectual, necesitan de argumentación.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

LA ÓPTICA DE FERNANDO BOTERO

Sobra cualquier análisis o descripción de la Mona Lisa, es una obra icónica considerada la mejor de todas las obras. Para los críticos, es la imagen de la perfección, de lo enigmático, de la armonía geométrica Cada centímetro de la obra ha sido sometido a estudio para seguir encontrando detalles ocultos. ¿Porqué Botero se arriesgaría a una versión en su estilo?. Creo que su intención no es la de caricaturizar, sino de mostrar algunas de las claves con las que construye sus obras. No se trata de gordos como se percibe con el golpe de vista, se trata de una distorsión óptica. Si la intención fuera la gordura, el entorno estaría revelando claramente que se trata de una condición anatómica de los personajes, pero lo que se descubre, es que el entorno mismo está distorsionado. Esta Gioconda de Botero revela, con la pequeñez de los brazos y el rostro prominente, que hay de por medio una lente de tipo esférico o cóncavo, o lo que podría significar lo mismo, que la imagen original de DaVinci está proyectada en un espejo de feria.
En su obra Mona lisa a los 12 años podemos ver también el tipo de distorsión que pretende el maestro con su obra. Finalmente, vale la pena señalar que Fernando Botero es un artista de academia preparado en Europa y que recorrió las principales ciudades y museos del mundo estudiando a los más importantes artistas. Su estilo no responde a una estrategia de mercadeo, pues como él mismo lo dice, estuvo muchos años presentando su trabajo sin el reconocimiento que ahora tiene